domingo, 22 de abril de 2012

DDCuento #5. Hansel y Gretel (La casita de chocolate)


Os dejo una nueva entrega de DDCuento para que os endulce el Domingo.

HANSEL Y GRETEL (LA CASITA DE CHOCOLATE)


.oOº Origen ºOo.

Hansel y Gretel es un cuento de hadas alemán, recopilado por los hermanos Grimm. La historia tal y como la conocemos de los hermanos Grimm es una versión esterilizada para la clase media del siglo XIX, pero la original era admonición de la dureza de la vida en la edad media. A causa del hambre y escasez constante de comida, el infanticidio era una práctica común en la Edad Media, y en esta historia los hermanos son dejados en el bosque para que mueran o desaparezcan porque no pueden ser alimentados. 

En las primeras copias de la colección de los Hermanos Grimm, no había madrastra; la madre persuadió al padre para abandonar a sus propios hijos. Este cambio, como en Blancanieves, parece ser una atenuación deliberada de violencia en contra de los niños, para madres modernas que no soportarían oír acerca de madres que hieren a sus propios hijos.

El hecho que la madre o madrastra haya muerto cuando los niños mataron a la bruja es por el hecho de que la madre o madrastra y la bruja son; de hecho, la misma mujer, o al menos que la identidad entre ellas está fuertemente ligada. Además de poner en peligro a los niños, tienen la misma preocupación por la comida: la madrastra para evitar el hambre y la bruja con su casa construida de comida y su deseo de comerse a los niños

.oOº Cuento ºOo.

Allá a lo lejos, en una choza próxima al bosque vivía un leñador con su esposa y sus dos hijos: Hansel y Gretel. El hombre era muy pobre. Tanto, que aún en las épocas en que ganaba más dinero apenas si alcanzaba para comer. 

Pero un buen día no les quedó ni una moneda para comprar comida ni un poquito de harina para hacer pan. "Nuestros hijos morirán de hambre", se lamentó el pobre esa noche. "Solo hay un remedio -dijo la mamá llorando-. Tenemos que dejarlos en el bosque, cerca del palacio del rey. Alguna persona de la corte los recogerá y cuidará". Hansel y Gretel, que no se habían podido dormir de hambre, oyeron la conversación. Gretel se echó a llorar, pero Hansel la consoló así: "No temas. Tengo un plan para encontrar el camino de regreso. Prefiero pasar hambre aquí a vivir con lujos entre desconocidos". 

Al día siguiente la mamá los despertó temprano. "Tenemos que ir al bosque a buscar frutas y huevos -les dijo-; de lo contrario, no tendremos que comer". 

Hansel, que había encontrado un trozo de pan duro en un rincón, se quedó un poco atrás para ir sembrando trocitos por el camino. Cuando llegaron a un claro próximo al palacio, la mamá les pidió a los niños que descansaran mientras ella y su esposo buscaban algo para comer. 

Los muchachitos no tardaron en quedarse dormidos, pues habían madrugado y caminado mucho, y aprovechando eso, sus padres los dejaron. Los pobres niños estaban tan cansados y débiles que durmieron sin parar hasta el día siguiente, mientras los ángeles de la guarda velaban su sueño. 

Al despertar, lo primero que hizo Hansel fue buscar los trozos de pan para recorrer el camino de regreso; pero no pudo encontrar ni uno: los pájaros se los habían comido.

Tanto buscar y buscar se fueron alejando del claro, y por fin comprendieron que estaban perdidos del todo. 


Anduvieron y anduvieron hasta que llegaron a otro claro. ¿A que no sabéis que vieron allí? Pues una casita toda hecha de galletitas y caramelos. Los pobres chicos, que estaban muertos de hambre, corrieron a arrancar trozos de cerca y de persianas, pero en ese momento apareció una anciana.

 
Con una sonrisa muy amable los invitó a pasar y les ofreció una espléndida comida. Hansel y Gretel comieron hasta hartarse. Luego la viejecita les preparó la cama y los arropó cariñosamente. 

Pero esa anciana que parecía tan buena era una bruja que quería hacerlos trabajar. Gretel tenía que cocinar y hacer toda la limpieza. 

Para Hansel la bruja tenía otros planes: ¡quería que tirara de su carro! Pero el niño estaba demasiado flaco y debilucho para semejante tarea, así que decidió encerrarlo en una jaula hasta que engordara.

 
 ¡Gretel no podía escapar y dejar a su hermanito encerrado! Entretanto, el niño recibía tanta comida que, aunque había pasado siempre mucha hambre, no podía terminar todo lo que le llevaba. 

Como la bruja no veía más allá de su nariz, cuando se acercaba a la jaula de Hansel le pedía que sacara un dedo para saber si estaba engordando. Hansel ya se había dado cuenta de que la mujer estaba casi ciega, así que todos los días le extendía un huesito de pollo. "Todavía estás muy flaco -decía entonces la vieja-. ¡Esperaré unos días más!".

 Por fin, cansada de aguardar a que Hansel engordara, decidió atarlo al carro de cualquier manera. Los niños comprendieron que había llegado el momento de escapar. 

Como era día de amasar pan, la bruja había ordenado a Gretel que calentara bien el horno. Pero la niña había oído en su casa que las brujas se convierten en polvo cuando aspiran humo de tilo, de modo que preparó un gran fuego con esa madera. "Yo nunca he calentado un horno -dijo entonces a la bruja-. ¿Por que no miras el fuego y me dices si está bien?". "¡Sal de ahí, pedazo de tonta! -chilló la mujer-. ¡Yo misma lo vigilaré!". Y abrió la puerta de hierro para mirar.En ese instante salió una bocanada de humo y la bruja se deshizo. 


Solo quedaron un puñado de polvo y un manojo de llaves. Gretel recogió las llaves y corrió a liberar a su hermanito. Antes de huir de la casa, los dos niños buscaron comida para el viaje. Pero, cual sería su sorpresa cuando encontraron montones de cofres con oro y piedras preciosas! Recogieron todo lo que pudieron y huyeron rápidamente. 

 Tras mucho andar llegaron a un enorme lago y se sentaron tristes junto al agua, mirando la otra orilla. ¡Estaba tan lejos! “¿Queréis que os cruce?”, preguntó de pronto una voz entre los juncos. Era un enorme cisne blanco, que en un santiamén los dejó en la otra orilla. 


¿Y adivinen quien estaba cortando leña justamente en ese lugar? ¡El papá de los chicos! Sí, el papá que lloró de alegría al verlos sanos y salvos. Después de los abrazos y los besos, Hansel y Gretel le mostraron las riquezas que traían, y tras agradecer al cisne su oportuna ayuda, corrieron todos a reunirse con la mamá.


Cuento - Pekegifs
Ilustraciones - Luchalibro

Si quieres leer la verdadera versión de los hermanos Grimm, pincha aquí

.oOº Video cuento ºOo.



Espero que disfrutéis mucho del cuento y del resto del Domingo

5 comentarios:

  1. Ayy este cuenta me dan ganas de chuches y estoy a dieta T_T

    ResponderEliminar
  2. Siempre me ha gustado este cuento pero prefiero la versión de Disney con Mickey & Minnie. Que pases un lindo domingo.
    Besoss

    ResponderEliminar
  3. Me gusta mucho esta historia de pequeña, me han resultado muy interesantes los orígenes. ¡Qué ilustraciones tan monas!
    Un beso :)

    ResponderEliminar
  4. Me encanta!!
    Tengo un volumen con todos los cuentos de los Grimm, que guardo como oro en paño jajaj

    Besotes

    ResponderEliminar
  5. Así lo catalogaría yo, como un cuento dulce...

    Me han encantado las ilustraciones!!!

    Muchos besos y feliz día del libro

    Lupa

    ResponderEliminar